MISIÓN
Somos una institución educativa
comprometida con una formación ética y de calidad, fundamentada en el humanismo
cristiano católico y asentada en el carisma vicentino que, desde la formación
integral, desarrolla la construcción del proyecto de vida en nuestros
estudiantes, por medio del fortalecimiento de las competencias académicas y
laborales, ofreciéndoles la oportunidad de especializarse en: GESTIÓN
EMPRESARIAL Y FINANZAS, COMUNICACIÓN, RADIO Y TELEVISIÓN.
VISIÓN
El Colegio Marillac – Bogotá,
para el año 2025, será reconocido como una institución de calidad a nivel nacional, por liderar y acompañar
procesos educativos integrales, que posibiliten a nuestros estudiantes el
desarrollo de las diferentes habilidades y competencias: Comunicación asertiva,
Trabajo en equipo, Respeto a la diversidad, Investigación, Análisis
crítico-constructivo y Sentido de cuidado por nuestra casa común. Todo
enmarcado en un ambiente de sana acogida y alegría.
OBJETIVOS EDUCATIVOS INSTITUCIONALES
El estudiante es el sujeto central
de la actividad educativa. Por esta razón el colegio le propone formarse como
una persona que estará en capacidad de:
· Vivenciar su espiritualidad a través de una
relación con Dios, consigo mismo, los demás y la naturaleza.
Compartir y crear consciencia desde los valores
cristianos y sociales, que le permitan la práctica de la convivencia
constructiva, en todos los ámbitos en que se desenvuelva.
·Reconocer su identidad, dignidad, vida de fe, y
compromiso cristiano en la vida cívica, profesional y cultural.
·Unificar y orientar recursos humanos y
materiales para ofrecer igualdad de oportunidades, desarrollando una
personalidad armónica, consciente de sus responsabilidades como miembro de la
comunidad educativa.
·Fomentar hábitos de conservación y promoción del
medio ambiente.
·Desempeñarse profesionalmente, a través de la
creación de empresas, y demás iniciativas que contribuyan al desarrollo
personal y social.
MODELO PEDAGÓGICO
En concordancia con el humanismo
cristiano católico, que hunde sus raíces en el Evangelio, fuente del carisma
vicentino, ubicamos al joven en el centro de nuestro quehacer educativo, donde
a partir de procesos de aprendizaje enfocados en las dimensiones del ser humano
(político, social, espiritual, estético, ético, y cognitivo), se brindan las
herramientas que le permiten dar respuesta a las distintas problemáticas
presentes en el entorno.